domingo, 17 de octubre de 2010

IIª Parte. El secreto de Pati, 3

Andrés era muy cinematográfico. Me acerqué a él y le di un beso, momento en el que no se me escapó cuánto le gustó el perfume que yo había elegido para aquella noche. Normal: pensaba en él mientras lo aplicaba por mi cuello y en la nuca, en las muñecas y en el escote.

Aunque daba igual. Durante todo el tiempo que nos conocíamos, y mientras hablábamos, jamás vi que Andrés desviara sus ojos de los míos por mucho escote que yo llevara. Solo por eso le apreciaba mucho. Siempre que hablábamos nos mirábamos todo el tiempo a los ojos, lo cual por cierto tenía su mérito porque el vestido que había elegido aquella noche especialmente era de todo menos discreto.

Andrés era un buen chico, pero había algunas cosas que no entendía de él. Por ejemplo que me esperase siempre con un cigarro en la mano. Yo ya sabía que él no soportaba el tabaco. De hecho yo intentaba no fumar cuando estaba con él para no hacerle toser. No se por qué insistía en pretender parecer un fumador. Nunca se lo dije, pero yo hacía años que sabía que él no fumaba. Cosas de hombres supongo...

Estuvimos hablando un buen rato y al final dejó caer que se había dado cuenta del vestido que llevaba. El muy bobo me dijo que parecía una ¡princesa!... Me dio un ataque de risa tan fuerte que casi me caigo del taburete... Hablamos de las tonterías de siempre y al final me dijo que me acompañaba a casa. ¿Qué diablos tenía que decirle para pasar la noche juntos?

  • Hasta el año que viene – me dijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido.
Es un placer saber qué opinas del blog o de alguna entrada en concreto.
¡Adelante!