Algún percance cercano a una abducción, o tal vez un efecto de “derretimiento espontáneo” debieron sufrir quienes intentaban refrescarse esperando el bus en la parada del centro, justamente frente al ayuntamiento, sin duda uno de estos calurosos días de verano.
Sin duda fue algo tan repentino que no les dio opción, ni tiempo, para transportar los pequeños vasos de plástico hasta la cercana papelera. Por ello quedaron allí, a la espera de otras manos que los reciclen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido.
Es un placer saber qué opinas del blog o de alguna entrada en concreto.
¡Adelante!